Ron y limón: bebida naval para combatir el escorbuto, la peste de los mares 

La Chica que Hace Tragos
La vieja de historia



Aunque el ron es una bebida de las Américas, destilado de la caña de azúcar, su historia está inextricablemente ligada a la de la armada británica, hasta el punto de que la larga relación de la marina con su espirituoso favorito tiene varios siglos de trayectoria. Y de ella salieron un número sorprendente de recetas de coctelería.


 Haciendo fila en el buque King George V.

En el siglo XVI, a las tripulaciones se les daba cerveza para beber, en parte para tener a los marineros contentos y en parte porque el agua, sin alcohol alguno para matar las bacterias, se estropeaba rápidamente en el mar. Sin embargo, hasta la cerveza se echaba a  perder en los largos viajes, de modo que pronto empezó a usarse también el ron. En cualquier caso, ofrecer a los marineros una pinta de ron, no era buena idea, porque se la beberían y olvidarían sus tareas, de modo que la solución fue mezclarlo con agua, jugo de lima y azúcar, lo que mejoraba el sabor y combatía el escorbuto por su aporte de vitamina C. Este ¨grog¨(no era lo bastante fuerte para llamarlo Daiquirí, aunque los ingredientes más o menos eran lo mismo) se podía repartir dos veces al día sin poner en peligro el barco.
  
 Distribución de Grog en el HMS Grory, 1901.

Esperando la ración. Segunda Guerra Mundial.

En 1970, la marina británica dejó de proporcionar raciones de ron, que ya no estaba siendo usado para combatir el escorbuto ni ninguna enfermedad, sino que era por costumbre y para placer de la tripulación. Los marineros protestaron, se pusieron brazaletes negros y apelaron al príncipe Felipe, también marinero retirado, para que "salvara su copita". Aun así, no hubo nada que hacer. Eliminar las raciones ahorraba dinero y, sobre todo, aseguraba que los marineros que tripulaban submarinos estuvieran tan sobrios como los civiles que conducían coches. La tradición desapareció, pero algunos destiladores siguen ofreciendo una versión de ron "al estilo de la marina", embotellados con 57% de alcohol (proof o graduación alcohólica británica).

Despidiendo la tradición en 1970

¿Cómo comenzó?

Decíamos que desde el siglo XVI el escorbuto hacía estragos entre los marineros. Por ejemplo, la expedición de Magallanes y Elcano, que pasó por nuestro litoral patagónico, perdió cerca del 80% de su tripulación por esta enfermedad. Morían con sus encías sangrando, débiles, con dolores articulares y hasta con alucinaciones. Se hablaba de la peste de los mares como si se tratara de una enfermedad infecto-contagiosa. Pero en realidad se trataba de avitaminosis de vitamina C, es decir, falta de esta vitamina. Hasta que un médico escosés hipotetizó que la falta de ácidos en el organismo era la causante. Y el azar estuvo de su lado, además de su ojo clínico, claro. Ojo cínico que es suma de conocimiento, práctica, responsabilidad, pensamiento científico, sentido común... como los médicos que hoy nos cuidan en tiempos de coronavirus. 

James Lind, de Sir George Chalmers, 1720-1791  
Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=32922810

Se trató de James Lind. Su trabajo a bordo del buque Salisbury en marzo de 1747, no sólo trajo alivio a la enfermedad, aunque él no supo bien a qué se debía, sino que también marcó el inicio de los ensayos clínicos registrados. Para ello dividió a 12 marineros en pares y a cada par les dio un suplemento diferente para sumar a las comidas diarias, que eran iguales para todos.  Convencido de que la solución estaba en los ácidos les dio sidra, elixir vitriólico (ácido sulfúrico diluido), vinagre, agua de mar, dos naranjas y un limón, o una mezcla purgante. En menos de una semana los dos marineros que tuvieron la suerte de recibir las naranjas y el limón ¡habían mejorado!

Escudo del Institute of Naval Medicine, Hampshire, Inglaterra.

James Lind verificó su hipótesis sobre la acción del ácido, pero no pudo llegar a saber que era específicamente por el ácido ascórbico, es decir, la vitamina C, cosa que se comprobó bien entrado el siglo XX. A poco de su muerte, en 1795 la marina británica, aceptó su recomendación de llevar limones en los buques. Y así fue que un limonero es parte del escudo del Institute of Naval Medicine (Instituto de Medicina Naval), ubicado en Hampshire, Inglaterra.


Habiendo ron y limones en los barcos, la historia se escribió sola: del grog al daiquirí.
Una receta tardicional, original y muy fácil de llevar a cabo, con tan solo 3 ingredientes:

- 1 1/2 oz. (o 45 ml) de ron blanco.
- 1 oz. (o 30 ml) de almíbar.
-  Jugo de media lima.

Busca en casa alguna copa de trago corto (o un vaso chico de capacidad 150 ml aprox.), puede servir muy bien una copa de brindis (sidra o champagne). A esta vas a colocarle unos cuantos cubos de hielo y si querés también algo de agua (hacemos esto para que nuestra copa se vaya enfriando mientras preparamos el cóctel y así podemos beberlo más frío).
En una coctelera (si no tenés esta herramienta en casa, podés usar un tuppper o un frasco que cierre bien), colocá los tres ingredientes y un poco más de hielo. Cerrá el recipiente y agítalo de arriba hacia abajo (sí, así como hacen el los bares) por unos 10 segundos.
Ahora es momento de servir tu daiqurí en la copa: vaciá el hielo y agua que esta tenía. Si querés podes labiar o coronar el borde con azúcar: con lo que te quedó de lima, rodeá el borde de la copa y luego, en un plato con azúcar, la apoyas para que los granos se adhieran al cristal.
Con un colador fino (por ejemplo el que se usa para colar té digestivo, tamizar harina, etc.), servís la preparación en la copa, colando restos de pulpa y hielo, de este modo, solo servís el liquido frío.


Daiquiri ©La Chica que hace Tragos

Una buena dosis de Vitamina C, ¡listo para disfrutar!
Daiquiri ©La Chica que hace Tragos



Comentarios

  1. También hay que tener en cuenta que el Ron de esa época era bastante más fuerte. Se utilizaba para su elaboración la escala Proof Inglesa (que iba de 0 a 175 grados). La graduación era 105 grados, el equivalente en nuestra escala es 60 grados. Digresión necesaria: la escala se llamaba proof porque se establecía con una prueba, a saber se mezclaba el alcohol recién destilado con pólvora, si no ardía estaba débil y si explotaba estaba muy fuerte. Debía arder en forma estable

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