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Los cócteles en tiempos de cólera Uno de los tratamientos medicinales para el cólera que se planteó en Latinoamérica, hoy es uno de los principales ingredientes de cientos de cócteles. Hablamos del Bitter Aromático Angostura, creado por el médico alemán Johann Gottlieb Benjamin Siegert quien estuvo al servicio del Libertador Simón Bolívar durante las Guerras de la Independencia de Venezuela (1810-1823).  Siegert fue nombrado en 1820 como cirujano general del Ejército Venezolano y luego, Médico Mayor y Traumatólogo del Hospital Militar de la ciudad de Angostura. La ciudad debía su nombre a ser el lugar más angosto del río Orinoco. Batalla de Carabobo, Óleo de Martín Tovar y Tovar. Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, Caracas, Venezuela. Siegert, como investigador en el campo de las hierbas aromáticas, en 1824   creó el llamado “amargo de Angostura”, preparación a base de genciana combinada con dist intas especies vegetales, agua y alcohol. Su principal u
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De tuberculosis, mohos y tragos en Comodoro. La penicilina da para todo, o casi La Chica que Hace Tragos La vieja de historia Pocos años atrás nació un nuevo clásico de la coctelería.  Comparado con otros clásicos, hablamos de un contemporáneo, creado apenas en el año 2005. Se llama "Penicillin" y no es casual que su nombre  sea, en inglés, el mismo que el “antídoto” para la tuberculosis y otras tantas afecciones de las que hoy hablaremos. ¿Conocemos algunos cócteles clásicos , no? Por ejemplo el Negroni creado hace 101 años; el Manhattan que data de mediados del 1800; quizás también el Dry Martini conocido por ser el cóctel favorito del Agente 007.  "Penicillin".  ©La Chica que hace Tragos "Penicillin"  una versión de cuarentena del cóctel creado en Nueva York por Sam Ross. Una vez más, encontramos que este cóctel, como en otros, nada es casual. Su nombre y sus ingredientes tienen una relación de principio a fin. El actor
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  Tos convulsa en Comodoro: cuando l os niños corrían (y corren) peligro La Chica que Hace Tragos La vieja de historia ¿Cómo habrá sido en el pasado de nuestra ciudad, cuando había brotes de tos convulsa? Allá vamos. Viajemos en la línea de tiempo. Principios de los años treinta. La peligrosa tos convulsa, tos coqueluche o tos ferina anduvo trayendo problemas. Todavía no se contaba con la vacuna para prevenirla, porque aunque ya había sido descubierta, recién llegaría en la siguiente década. ¿Solución? Aislamiento de quienes, ante el contagio, eran los que sufrían los síntomas más duros y que, incluso, podían llegar a la muerte: niñas y niños. Dice la vieja de historia que, tal como ocurre hoy con la enfermedad covid-19 en que se aísla al grupo de riesgo, el aislamiento no afectó a todos por igual. Para algunos niños fue mucho más doloroso. Y que hay documentos históricos que lo prueban.  2 de agosto de 1933. Ante el brote de la enfermedad infecto contagios
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¡Qué horror! ¡Sífilis y alcohol! La Chica Que Hace Tragos La Vieja de Historia En Comodoro Rivadavia, en tiempos de prostitución legal, la sífilis era un problema de salud pública. El municipio era quien se ocupaba y para ello seguía las leyes nacionales, como también las recomendaciones del Departamento Nacional e Higiene. Como hoy, con otros nombres, en tiempos de coronavirus. Dice la Vieja de Historia que si nos ubicamos en una línea de tiempo, estamos en la primera mitad del siglo XX. Y que para en entrar en clima, primero hay que mirar el video de la Chica Que Hace Tragos siguiendo este link  https://www.instagram.com/tv/B-3MoCnhjZ6/?hl=es-la Calle San Martín esquina Güemes. Cartel indicador: conserve su izquierda. Se observan La Anónima , Banco Nación y Lahusen. P rimeras décadas 1900. Foto perteneciente al Archivo Histórico/ Patrimonio Comodoro Rivadavia, Chubut. Hasta que no se descubrió la cura, los tratamientos de la sífilis eran paliativos y, a de
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Ron y limón: bebida naval para combatir  el escorbuto,  la peste de los mares  La Chica que Hace Tragos La vieja de historia Aunque el ron es una bebida de las Américas, destilado de la caña de azúcar, su historia está inextricablemente ligada a la de la armada británica, hasta el punto de que la larga relación de la marina con su espirituoso favorito tiene varios siglos de trayectoria. Y de ella salieron un número sorprendente de recetas de coctelería.   Haciendo fila en el buque King George V. En el siglo XVI, a las tripulaciones se les daba cerveza para beber, en parte para tener a los marineros contentos y en parte porque el agua, sin alcohol alguno para matar las bacterias, se estropeaba rápidamente en el mar. Sin embargo, hasta la cerveza se echaba a  perder en los largos viajes, de modo que pronto empezó a usarse también el ron. En cualquier caso, ofrecer a los marineros una pinta de ron, no era buena idea, porque se la beberían y olvidarían sus tare