¡Qué horror! ¡Sífilis y alcohol!

La Chica Que Hace Tragos

La Vieja de Historia

En Comodoro Rivadavia, en tiempos de prostitución legal, la sífilis era un problema de salud pública. El municipio era quien se ocupaba y para ello seguía las leyes nacionales, como también las recomendaciones del Departamento Nacional e Higiene. Como hoy, con otros nombres, en tiempos de coronavirus. Dice la Vieja de Historia que si nos ubicamos en una línea de tiempo, estamos en la primera mitad del siglo XX. Y que para en entrar en clima, primero hay que mirar el video de la Chica Que Hace Tragos siguiendo este link https://www.instagram.com/tv/B-3MoCnhjZ6/?hl=es-la

Calle San Martín esquina Güemes. Cartel indicador: conserve su izquierda. Se observan La Anónima,

Banco Nación y Lahusen. Primeras décadas 1900. Foto perteneciente al Archivo

Histórico/ Patrimonio Comodoro Rivadavia, Chubut.

Hasta que no se descubrió la cura, los tratamientos de la sífilis eran paliativos y, a decir verdad, generaban otros problemas de salud porque incluían el uso del mercurio. ¿Cómo se controlaba, entonces, la propagación de esta enfermedad? Controlando a las prostitutas, porque como era una enfermedad venérea, ¿a quién se iba a controlar sino a las que la contagiaban? Es que, como sostiene la historiadora Dona Guy pese a los avances de la ciencia, tanto los investigadores como los médicos, higienistas en su mayoría, no consideraron que los hombres también podían contagiar. Recién cuando se dictó la Ley Nacional de Profilaxis en 1936 se estableció el análisis clínico prenupcial para determinar si algún integrante de la pareja padecía alguna enfermedad venérea, considerando por fin que los hombres también eran agentes e contagio. (El sexo peligroso. La prostitución legal en Buenos Aires, 1876-1955. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1994)

Dice la Vieja de Historia que hoy vamos a recurrir mucho al Archivo Histórico Municipal de Comodoro y al Policial de Rawson. Y ahí va un primer caso:

8 de agosto de 1928. El Comisario de Policía de Comodoro Rivadavia denunció que en un prostíbulo local ubicado en calle Rawson al 600, las prostitutas se habían exhibido en la puerta y que se había “despachado oporto” a un “concurrente”. Ambas cosas estaban prohibidas: exhibirse incluso en las ventanas y vender alcohol, y otras cosas más en las que ahora no profundizaremos. Entonces el Comisario elevó el informe al Interventor del municipio que era César Stafforini: “A fin de reprimir estas anormalidades y en el deseo de cooperar con el señor Interventor en su noble tarea de sanear el ambiente viciado, solicito se aplique el castigo que corresponda en el presente caso” (Expte. 731C/1928). La casa de prostitución estuvo cerrada unos días. 

Dice la Chica que hace tragos que el oporto también arrastra un poco de historia, no sólo porque se lo servía en los burdeles. Conocido como porto o port, el oporto es un vino portugués fortificado con alcohol de uva antes de que acabe la fermentación, dejando los azúcares residuales en la mezcla. Sus uvas son cosechadas a mano y luego se pisan a pie para generar el mosto. A diferencia de la mayoría de los vinos argentinos de corte o blends donde su la elaboración es por separado y el enólogo crea el corte al final, para esta especialidad, se utilizan varias cepas pero en la etapa de fermentación.

Este vino es un producto con Denominación de Origen Controlada (DOC), es decir que para que realmente esta bebida sea auténtica, las distintas cepas que pueden derivar en un oporto tienen que provenir del Valle del Douro (zona declarada patrimonio de la humanidad en 2001 por la UNESCO) y se añejan en las bodegas de la ciudad costera de Oporto, Portugal.

Los cuatro estilos principales del oporto. 
Fuente: Instituto Dos Vinhos do Douro e do Porto.

El oporto nació ante la necesidad de trasladar vino a través del mar, en largos viajes de barco hasta Reino Unido. Los vinateros portugueses añadían brandy (destilado de fruta) a un vino medio fermentado para evitar que la levadura se comiese todo el azúcar. Así, pasados unos años en barriles, el resultado es dulce y con sabor a pasa. 

Los escritos de Estrabón (geógrafo historiador griego, a.C 64 - d.C 19), relatan que los habitantes del noroeste de la península ibérica ya bebían vino desde hace 2000 años, pero no tenemos datos fehacientes de que este haya sido el oporto. Al parecer, la historia con mayor peso, tiene que ver con  la guerra de 1678 entre Francia y Reino Unido, que, entre otras cosas, ocasionó escasez de vino  y así fue que el reino británico negoció con Portugal.  

Volvemos a Comodoro y la etapa de prostitución legal. La salud de las prostitutas se controlaba por medio de exámenes semanales, clínicos y de laboratorio. Para poder trabajar sus libretas debían decir “sana”. ¿Qué medidas se tomaba con las prostitutas enfermas? Hubo varias: que se quedaran encerradas en sus dormitorios, que se mudaran a una casa particular, que se fueran a otra localidad. Esta última nos recuerda los temores que resurgen ahora, en tiempos de coronavirus, en que las fronteras se cierran hay quienes de paso quisieran “sacarse de encima” a las personas que han contraído el virus. Como decíamos en post anterior, el miedo es humano y atávico. Por eso también se controlaban tanto sus domicilios y las migraciones que realizaban, como vemos en el siguiente documento histórico.

Prontuario 808P/1934. Archivo Policial Rawson, Chubut.

©Ana M. Infeld

Veamos otro caso:

12 de agosto 1929. Una “pupila” de otra casa de prostitución de calle Rawson al 600 pidió, como estaba enferma y ya no podía trabajar, se le concediera un pasaje para trasladarse a Bs. As. a fin de curarse. El Inspector de Higiene Municipal informó: “soy de opinión… que se le otorgue el pasaje solicitado por ser un peligro para la población que las mujeres de esta clase y que se encuentran enfermas permanezcan en esta. Que en mi opinión son las que contagian a la mayor parte de las personas, pues una vez salidas de las casas y sin recursos pueden ejercer la prostitución clandestina” El pasaje se concedió. (Expte.325/S/1929 Archivo Histórico Municipal Comodoro Rivadavia, en Pobres y prostitutas, Ana M. Infeld, Prohistoria ed, 2009).

Llegando al final de este bocadillo, no queremos quedarnos sin algo de tomar, y de tanto en tanto, le robamos el oporto de las tortas a la vieja:

"Rawson al 600" por La Chica que Hace Tragos:

-1 oz de Vino Oporto (como leímos mas arriba, es un ingrediente con DOC pero podemos usar nuestros vinos argentinos fortificados, por ejemplo Malamado o Marginal).
-1 Oz de licor de ciruelas (también puede ser un guindado, o algún otro licor fino de fruta ácida).
-1/2 oz de almíbar.
-Agua Tónica
-2 ramitas de hierbabuena o menta.
-Naranja.
-Canela en rama.

El paso a paso, video en instagram, si lo querés volver a ver...

"Rawson al 600". ©La Chica que hace Tragos

https://www.instagram.com/tv/B-3MoCnhjZ6/?hl=es-la

En una madera o piedra, quemamos un poco de canela en rama y encima colocamos una vaso corto para ahumarlo.
Con un cuchillo o pela papas, cortamos un poco de piel de naranja (solo la piel, sin hesperidio).
En la coctelera colocamos el oporto, el licor de ciruela, el almíbar, una ramita de hierba buena y estrujamos la piel de naranja sobre los ingredientes, de este modo, se logra sacar el aceite que tiene el cítrico. 
Colocamos hielo y agitamos enérgicamente por 10 segundos.
Damos vuelta nuestro vaso que estaba ahumándose, colocamos hielo y servimos la preparación colando los ingredientes con un colador fino.
Completamos con agua tónica y decoramos con un gajo de naranja y una ramita de hierba buena.

Salud!