De pandemias y cócteles


La autora de este post es
María Lara Tapiala Chica que Hace Tragos.
De modo que La Vieja de Historia, hoy se queda calladita la boca.

La cuarentena da para todo, también para enterarnos algunos datos interesantes de las bebidas espirituosas, si es que no los sabías. En esta serie de bocadillos de historia, hoy unos traguillos.

Así como Francisco Pietrobelli, fundador de Comodoro Rivadavia, buscaba agua en la zona del Golfo San Jorge allá por 1907 y en su lugar encontró petróleo… bueno, seguimos buscándola – chiste viejo-…. vamos a transportarnos unos cuantos cientos de años atrás, en épocas de pandemias y epidemias para encontrar y entender los orígenes de uno de los protagonistas de nuestros cócteles. Este protagonista no es agua, por supuesto, pero también lo buscamos los amantes de la coctelería: ). ¡CHE! ¡AÑOS ATRÁS DIJE! Después volvemos a la actualidad de la pandemia que hoy nos hace quedar en casa y nos preparamos un trago. Si llegan al final de la lectura, va una sugerencia de autoría personal.

¿Sabían que algunas bebidas blancas hoy son parte de nuestros cócteles de casualidad? Porque muchas nacieron como brebajes medicinales. La ginebra es una de ella y aunque al día de hoy se discute su origen, tenemos algunos bocadillos históricos de referencia.

Botellones cerámicos de ginebra holandesa “Ouwe Karelvoor Noblesse” año 1930

Se dice que fueron unos Monjes Italianos quienes, en la búsqueda de un medicamento para hacerle frente a la Peste Bubónica o Peste Negra que afectaba a Europa en el siglo XIV y alcanzaba su punto máximo entre 1347 y 1353, matando a más de un tercio de la población europea, destilaron una bebida similar a la ginebra, partiendo de cereales y enebro.

Lamentablemente para estos Monjes, la receta no resultó nada eficaz, lo único que lograron fue aumentar la temperatura corporal y agravar el estado de delirio, ampliando los síntomas que ya padecían los pacientes infectados, complicando aún más el labor de los famosos médicos de la peste,  que eran médicos especializados en atender a los infectados por esta enfermedad y que llevaban unas máscaras para protegerse del “mal aire” y evitar el contagio. Estas máscaras tenían lentes en los ojos y una cavidad alargada en la nariz, donde se colocaban hierbas aromáticas y drogas que filtraban el aire del exterior).

Ilustración grupo de Médicos de la Peste


Otras reseñas históricas en busca del origen de la ginebra datan del siglo XV y también nos llevan a épocas de enfermedades: un médico farmacéutico alemán afincado en Holanda, intentó buscar una cura para el cálculo renal y para favorecer la circulación, dejando macerar las bayas de enebro durante una semana en alcohol de cereales.

Este médico se dio cuenta que el resultado era muy bueno así que decidió venderlo como medicamento. Irónicamente, no fue él quien incentivaría la expansión de este medicamento sino Lucas Bols, quien en 1575 empezó a embotellar y comercializar este producto. Con la excusa de que era un medicamento, rápidamente se expandió por los Países Bajos y Alemania.

La popularización de este “medicamento” llegó hasta los campos de batalla. En las alianzas de las tropas británicas y holandesas durante las Guerras Anglo-Neerlandesas del siglo XVII, los ingleses descubrieron que los holandeses tomaban una bebida que les aliviaba del frío daba y les daba valor y coraje. Es por eso, que le pusieron el nombre de «Dutch Courage» (Coraje Holandés).

Los británicos lograron llevar este brebaje hasta las islas, hasta que Guillermo III de Orange, Rey de Inglaterra e Irlanda, prohibió consumir destilados que no fueran británicos. Esta decisión provocó efecto rebote: crecieron las destilerías ilegales, lo que, a su vez, causó disturbios, borracheras callejeras y toda clase de problemas sociales que años más tarde, ya en el siglo XVIII, a raíz de la Ley del Gin, el pintor británico William Hogarth retrataría en sus grabados Gin Lane y Beer Street en 1751.

 Beer Street y Gin Lane, William Hogarth.  Royal Pavilion & Brighton Museums, Londres

A poco de acabar la Guerra de los Treinta Años, en 1650, un profesor holandés de medicina de la universidad de Leiden, conocido como Franz De Le Boe, probó a destilar alcohol con bayas de enebro en busca de un medicamento para combatir las dolencias post guerra. Es así como se originó la ginebra como resultado de la destilación, a la que llamó «Jenever».

En cuanto a la ginebra británica, fue en 1862, cuando el farmacéutico inglés James Burrough, al volver de Estados Unidos, aplicó sus conocimientos científicos para producir una exitosa fórmula, ya que vio posibilidades comerciales de producir masivamente una ginebra de calidad. Se trató del famoso estilo London Dry Gin.

Actualmente son cientas las marcas Inglesas y de todo el mundo, hasta de Argentina, que destilan enebro y otros botánicos, obteniendo como resultado una bebida delicada y aromática llamada Gin. Ingrediente protagonista de muchos cócteles como los clásicos Gin Tonics que podemos deleitar en cualquier buen bar o también en casa. Y, por qué no, también el protagonista de tu propia nueva  medicina de tiempos de cuarentena:


Dottore Della Peste, trago de autora: © La Chica que Hace Tragos

1 oz Gin
¼ oz Campari
1 ½ oz Almíbar de miel, jengibre y eucalipto medicinal.
1 oz Jugo de limón
Bitter aromático
Verter todos los ingredientes con hielo en una coctelera y agitar enérgicamente.
En un vaso con hielo, servir la preparación, colando los hielos de la coctelera.

Dottore Della Peste  ©La Chica que hace Tragos




Diálogo final

-       La Vieja de Historia: ¿Cómo surgió este trago? ¿Qué te llevó a crearlo?

-   La Chica que Hace Tragos: Suelo ser inquieta. A decir verdad esta cuarentena me tiene entretenida porque sé que hoy todos tenemos que colaborar con nuestra sociedad y quedarnos tranquilos en casa, pero ante la obligación de hacer reposo por una gripe de agosto (2018), yendo de la cama a la cocina: haciéndome el té con limón y miel, vapor con eucalipto medicinal para descongestionar, y mi inquietud de siempre, pensé: todos estos medicamentos “domésticos” que estoy preparándome a mi no me disgustan, no saben a remedio feo. Entonces ahí fue que encontré la excusa para mejorarme: se me ocurrió que todos estos ingredientes podrían formar parte de un cóctel para curar la peste que traía encima ya hace unos días (esto es un poco de poesía, obviamente que no desafíe las indicaciones de mi medico, solo me sirvió para que el reposo sea más entretenido), fui probando combinaciones y cantidades de cada ingrediente.   
 

Al igual que los ingredientes curativos y naturales que tiene este coctel como el limón, la miel, el jengibre y el eucalipto medicinal, pensé en la base alcohólica, también tenia que ser un ingrediente medicinal: ¡CLARO EL GIN!. El Campari, al ser una bebida a base de hierbas amargas y aromáticas, viene a poner el toque de balanceo, el color rosáceo y su origen italiano me ayudaron a confirmar que el nombre que estaba eligiendo “Dottore della Peste” no podía estar mejor puesto, relacionado a los médicos italianos (dottore)  de la Peste Negra y sus máscaras de pico largo donde llevaban hierbas aromáticas para no sentir el “mal aire” de los enfermos que trataban.  

Así fue que amigos y familiares lo fueron probando, lo fui corrigiendo y ellos también lo aprobaron. Este coctel ganó el primer puesto del 1er Torneo Patagónico de Coctelería, no solo por su sabor y presentación, sino por su relación con la historia.




Comentarios

  1. Que buena lectura y que ganas de tomarse estos brebajes con historia!

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  2. Con tantas gripes que he tenido no se me ocurrió nunca!!! Jajajaja FELICITACIONES para vos y la vieja de historia ❤️

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    1. Jaja la inspiración puede tomar formas inesperadas, como con la creación de personajes en el teatro, vieja actriz.

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    2. Amerita comentar que las mujeres somos como el buen vino, mientras más añejo más abroso!!!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  4. Tengo entendido que la receta del Gin fue llevada en 1688 por Guillermo de Orange que cruzó el Canal de la Mancha he hizo abdicar al rey del momento en su favor pasando a ser coronado como Guillermo III. Luego aumentó los impuestos a las bebidas extranjeras lo que popularizó el Gin. También tuvo un efecto contrario, se empezaron a elaborar bebidas alcohólicas con cualquier cosa lo que bajó tanto el valor que en los bares de la época había carteles que decían "Emborrachese por un Penique" esto motivó que en 1743 se sancionara la primera ley de control de bebidas de Inglaterra

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