La muerte
que andaba danzando
En un post
anterior hablábamos de lo profundo que había calado la parca en las personas a
consecuencia de la peste negra o peste bubónica. Los artistas, con la
sensibilidad propia de la estética, la retrataron, le escribieron poemas y
hasta la convirtieron en una danza. ¿Suena a cultura dark, a posmoderno? Tal
vez, pero así fue.
La
fascinación por la muerte fue algo cotidiano en Europa en los años posteriores
a la devastadora peste negra, y por algunos siglos más en que se repetían
ciclos de carestías-epidemias, como lo afirman los historiadores Ruggiero
Romano y Alberto Tenenti. Así surgió la
expresión artística Danza de la Muerte, género bajomedieval y renacentista
mayormente literario, pero también de danza, teatro música y gráfico.
Danza de la Muerte, Michael Wolgemut Xilogragía, 1493.
Su origen es
aún controversial. La mayoría de los investigadores
lo señalan en Alemania, incuso de allí provienen muchos grabados y obras, pero
se la encuentra en varios lugares del mundo europeo. Existe un acuerdo general
en que la primera danza gráfica es la del Cementerio de los Inocentes de París,
lamentablemente perdida para siempre. Sin embargo nos quedan muchos otros
registros gráficos como el grabado de Michael Wolgemut o la serie de Hans
Holbein el Joven que ilustró con detalle la idea de una Muerte, con su danza y
su música, atraía a los vivos. En los siguientes grabados vemos a la Muerte
que, danzando, se lleva a un abad divirtiéndolo y, pese a que vemos que lo toma
por sus ropas, el personaje va sin resistencias. También vemos a una noble dama,
que aunque no mire a la parca… de seguro la está escuchando y será atraída por
su tamboril.
El abad. Hans Holbein el Joven. Grabados.1524-26.
La noble dama. Hans Holbein el Joven. Grabados.1524-26.
¿Cómo danzaba la muerte?
La comuna de
Verges,
Gerona, Cataluña, España, es la única que ha conservado la tradición de la
Danza de la Muerte desde el medioevo hasta nuestros días. Tal vez porque la
unió a las celebraciones de la cuaresma cristiana y así tuvo continuidad en sus
representaciones.
Danza de la Muerte. Verges, Girona, España. Imágenes de 2018.
Este año,
2020, en tiempos de coronavirus, la comuna tuvo que suspender la presentación
pese a que es una tradición que la caracteriza. Esta vez, la muerte ha estado
danzando mucho en España, y otros países, pero no en una expresión artística.
Lo ha hecho de manera real. Y bestial. Es una literal danza macabra que nos
quita el aliento.
Pero veamos la Danza, en una producción de la comuna, en 2014:
Pero veamos la Danza, en una producción de la comuna, en 2014:
Ante tanto dolor, un
poco de dulzura
En épocas de carestías sobre el fin de la edad media, las producciones del ámbito rural descendieron, pero no se perdieron por completo, claro está. Nos vamos
a detener en una de ellas: la miel, único endulzante hasta que, como decíamos
en otro post, América “ingresó” al globo terráqueo y comenzó con las plantaciones
de azúcar.
La
obtención de miel en épocas del origen de la Danza de la Muerte, siglo XIV, seguía siendo parte de la actividad campesina tanto para consumo
propio como para pagar la renta (censo)
a los señores feudales, ya fuera en especie (en miel) o en dinero, es decir, vendían la miel para obtener metálico y con eso pagaban. Esta última forma mucho más extendida para ese entonces. Ya que estamos,
explicamos que lo mismo ocurría con la cera de los panale, muy codiciada por los señores.
Miel y remedios de la abuela |
¿Por qué nos interesa la miel? Porque con ella se fabricaba una bebida muy codiciada, diríamos, por todos: la hidromiel. Mezcla de agua con miel que se dejaba fermentar y servía de base para preparar bebidas. Por supuesto para ese momento otras bebidas ya estaban extendidas, como la cerveza y el vino.
Pero la miel nos interesa, además, porque la asociamos a “remedio casero” para la gripe o el resfrío,
de seguro por nuestras abuelas. Casi escuchamos sus voces: “hacete un tecito
con miel”. Claro que hoy, con la pandemia del covid-19 no resulta ser ni curativa ni preventiva.
Pero sí nos da una caricia por los recuerdos de abuelas, madres y aquellas/aquellos que se dedicaron a
cuidarnos y a quienes hoy, si están entre nosotros, debemos cuidar más que nunca.
A preparar la coctelera que aquí
entra en escena la Chica que Hace Tragos.
Seguí el link para ver el video en instagrgam: https://www.instagram.com/tv/B-Vrx4ZDEeV/?igshid=ihf1ah6lu2vw
"La danza de la muerte" por La Chica que Hace Tragos:
1 Oz (30 ml) de Hidromiel
1Oz de Vermuth Blanco
6 gr de pasta de Tamarindo
5 ml de jugo de limon
2 ramitas de menta o hierba buena
Hielo
En una coctelera, o un tupper que cierre bien, ponemos el tamarindo con el limón, y con un mortero, o algún artefacto similar, aplastando el tamarindo junto al limón.
Luego agregamos la hidromiel, el vermuth, la menta y el hielo, cerramos la coctelera (o el taper) y agitamos enérgicamente.
en un vaso corto, vamos a servir la preparación colando el hielo y el resto de los ingredientes, de modo que solo tendremos en el vaso el líquido.
Para finalizar, colocamos un poco mas de menta en el fondo del vaso.
Salud!
excelente,otro trago para fin de cuarentena.Gracias
ResponderEliminarBravo! Y vienen más!
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